HASTELLOY B-2
El HASTELLOY B-2 es una superaleación a base de níquel que exhibe una excelente resistencia a la corrosión, especialmente en entornos reductores como el ácido clorhídrico en diversas concentraciones y temperaturas. A diferencia de otras aleaciones a base de níquel, el B-2 resiste la corrosión por ácidos reductores y es especialmente resistente a la corrosión por ácido clorhídrico.
Description
Propiedades Físicas y Químicas:
- Composición: Esta aleación se compone principalmente de níquel (alrededor del 68%), con molibdeno (26-30%) y pequeñas cantidades de hierro, carbono, silicio, entre otros.
- Densidad: Aproximadamente 9.2 g/cm³.
- Punto de fusión: Cerca de 1,370°C.
- Conductividad eléctrica: Inferior en comparación con metales como el cobre, pero suficiente para algunas aplicaciones.
- Resistencia a la corrosión: Sobresaliente en ambientes reductores, particularmente contra el ácido clorhídrico.
Propiedades Mecánicas:
- Resistencia a la tracción: Alta, siendo adecuada para componentes que enfrentan presiones y tensiones en sus operaciones.
- Elongación: Muestra una decente ductilidad, lo que permite su formado y trabajabilidad.
- Dureza: Adecuada para resistir el desgaste y mantener su integridad estructural.
Aplicaciones Comunes:
- Industria química: Se utiliza en equipos que entran en contacto con ácidos, sobre todo ácido clorhídrico.
- Refinación: En procesos que tratan con sustancias químicas corrosivas y ácidos.
- Sistemas de control de polución: Debido a su resistencia a sustancias químicas agresivas.
Ventajas:
- Corrosión: La aleación HASTELLOY B-2 es particularmente resistente a ambientes corrosivos, especialmente en presencia de ácidos reductores.
- Estabilidad: Tiene una resistencia significativa a la formación de granos límites en la zona afectada por el calor después de la soldadura, aunque es susceptible a la corrosión bajo tensión si se encuentra en presencia de medios oxidantes.
El HASTELLOY B-2 es una aleación esencial para aplicaciones donde se necesita resistencia a la corrosión en entornos reductores, especialmente en situaciones donde el ácido clorhídrico es prevalente. Aunque tiene limitaciones, como su susceptibilidad a ambientes oxidantes, sigue siendo una opción vital en industrias específicas.